jeudi

hundí la cara en la almohada mientras escuchaba música muy fuerte. música que me purificaba porqué no podía quitarme de la cabeza aquellas discusiones larguísimas de las quales ya estaba cansada y exasperada de no encontrar como acabarlas. era cada día, constantmente, si no discutía con él, discutía conmigo misma reprochándome porqué era tan orgullosa y tan perfeccionista. me estaba volviendo loca y la música ahora no provocaba nada, tan solo dolor de cabeza. ¿en que punto estaba que la música, antes mi antigua salvación, se convertía en migraña? lloré.

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